El Punto Azul de MioReset® n3

El Punto Azul®: un espacio interno donde cuerpo y mente se reencuentran

El cuerpo y la mente no siempre avanzan al mismo ritmo. El cuerpo acumula tensión, fatiga o dolor, mientras la mente se mantiene activa, preocupada o en constante exigencia. Entre ambos aparece una desconexión que, con el tiempo, puede convertirse en malestar físico o emocional. El Punto Azul® surge precisamente como un lugar de reencuentro entre estas dos dimensiones, un espacio interno donde la respiración, la percepción corporal y la atención convergen para restablecer equilibrio y coherencia interna.

Desde una perspectiva fisiológica, el Punto Azul® representa un estado de autorregulación del sistema nervioso autónomo. A través de la respiración consciente, la interocepción y la atención plena, se facilita la activación del sistema parasimpático, responsable de los procesos de descanso, recuperación y reparación del organismo. Este cambio de tono autonómico, conocido como neuromodulación consciente, permite transitar desde un estado de hiperalerta o lucha-huida hacia uno de mayor calma, estabilidad y seguridad corporal.

El término “Punto Azul” simboliza un centro de quietud disponible para cualquier persona, independientemente de su experiencia previa. No se trata de visualizar un punto físico, sino de vivenciar un espacio perceptivo en el que la respiración se convierte en guía y la atención se estabiliza en el cuerpo. En las prácticas MioReset®, el Punto Azul funciona como una referencia interna desde la cual el cuerpo puede reorganizar su tono, su postura y su respiración de manera integrada.

La experiencia del Punto Azul® se desarrolla a través del contacto consciente con el movimiento respiratorio. En lugar de imponer un ritmo o una técnica, el practicante observa los cambios naturales de su respiración, percibe la expansión y retracción del cuerpo y distingue entre la tensión que protege y la que limita. Con el tiempo, esta observación consciente promueve una respiración más amplia y fluida, una postura más estable y una sensación de presencia serena. El cuerpo recupera así su capacidad de regularse y responder con menos esfuerzo a las demandas del entorno.

Diversas investigaciones científicas respaldan la eficacia de las prácticas que integran respiración, atención interoceptiva y autorregulación emocional. La respiración lenta y diafragmática se asocia con un aumento de la variabilidad de la frecuencia cardíaca, marcador directo de equilibrio autonómico (Laborde et al., Frontiers in Human Neuroscience, 2022). La atención plena centrada en el cuerpo modula la actividad de regiones cerebrales implicadas en la regulación emocional y la percepción interna, como la ínsula y la corteza prefrontal (Farb et al., Social Cognitive and Affective Neuroscience, 2018). Además, las intervenciones que combinan respiración, movimiento consciente y atención plena reducen la actividad simpática y mejoran parámetros relacionados con dolor, ansiedad y bienestar general (Zaccaro et al., Frontiers in Psychology, 2021).

El Punto Azul® sintetiza estos principios en una experiencia sencilla y profunda: recuperar la relación entre cuerpo, respiración y mente como base de equilibrio y salud. Más que una técnica, representa una manera de habitar el propio cuerpo con atención y confianza, de reencontrar el eje interno desde el cual se sostiene la calma. En este sentido, el Punto Azul® no busca desconectar del mundo, sino aprender a permanecer en él desde una mayor coherencia fisiológica y emocional.

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